lunes

Flojera colectiva

Algo estaba sucediendo a mis espaldas, el patrón salía de la ciudad y era el último en enterarme cuando tiempo atrás casi me nombraba su chofer; temí por mis planes, yo que siempre me esforcé por seguir la filosofía de Diógenes en eso de: un hombre debe vivir cerca de sus superiores como cerca del fuego: ni tan cerca que se queme, ni tan lejos que se hiele… y de verdad que no lo hacía tan mal pero me comía el coco pensar en qué había fallado. ¿Acaso salir con su hija de parranda bajaría mis bonos? O ¿Agarrar la oficina de restaurante habrá afectado? En fin, le preguntaría directo para no hacerme más ideas pero me ganó el jalón y me dijo: Pato, prepara a la gente que el sábado viene un cabrón a motivarlos pa´ que le echen chingazos al negocio.
Vaya, eso era lo que sea traía entre manos, le había entrado a la basura moderna de los “motivadores”
Digo, quién en su sano juicio contrataría un tipo para que nos hable de lo que ya sabemos. Es como ir al psicólogo, uno va ahí y se recuesta en el diván una hora para que después de tres sesiones el resultado sea: Comportamiento inexplicable… Y al final tú conclusión sea que, cabrón eres y cabrón morirás.
Pues bueno, ver para creer, nunca pensé que la pereza de Goyo, la lentitud del chema, o mi falta de interés hacia el trabajo requirieran motivación.
Creo que es la temporada, las tardes con sabor a diciembre, la nostalgia por la familia que está lejos, yo que sé. Si el mundo no se acaba, en febrero lo confirmo.

1979

Aún recuerdo la vez que descubrí el arma en casa. Los minutos que la tuve en mis manos el mundo se detuvo, sentí nervios por conocer el secreto que mi padre guardaba, además, jamás había visto una tan cerca; así que observé cada detalle hasta grabarlo en mi memoria, como si se tratase del mejor regalo. Era tal mi euforia que pensé que mi madre escucharía los latidos de mi corazón así que dirigía la mirada hacia la entrada para no ser descubierto.
Coloqué el arma en la bolsa del pantalón simulando a un vaquero, la saqué veloz, jalé del gatillo y… nada! La desilusión que me provocó el que no saliera ni una bala pudo más que el dolor de ser azotado por mi madre.
Ningún consejo salió de sus labios ese día, cuando terminó de azotarme se agachó y dijo: para que aprendas…

jueves

Desvelado y sin sueño.

Me gusta esta canción pa´ dedicarla a esa niña que no sabe lo que quiere, que se escuda en la distancia pa´ decir que una relación no funciona pero una amistad si, vaya basura! Pa´ decirle que su tiempo pasó y si piensa volver, no habrá alguien esperando.
Simplemente, ¡C H I N G O N A! ¡Que letra! Masini es un maestro, el tipo le canta a todo, sin temor a quedar bien con nadie más que consigo mismo. Y es que hay cada gente en este mundo que se cree que una canción tiene el deber de "educar"; gente, la música es para disfrutarse, cada uno tenemos el derecho a escuchar lo que nos venga en gana sin tener que soportar "asociaciones" de gente ociosa.
Un claro ejemplo fue la canción "Dispárame dispara" un cover que interpreta Laura Pausini que dice: no pienses más en mí, apúntame y dispara, tú corazón he roto, amor dispárame dispara... No faltó quien dijera que incitaba a golpear a las mujeres, en México es una realidad el maltrato que sufren algunas pero, diablos, tan débiles de mente serán? Acaso el artista, a la hora de componer, debe pensar en cómo interpretemos sus canciones?
Es lo mismo que sucede acá con los narco-corridos, composiciones que ensalzan "el trabajo" de los traficantes y por las que todo mundo pega el grito, digo, hay mucho que hacer de fondo, pero no es prohibiéndolos como se solucionan las cosas.
Ahora nada de esto es un problema, digo, hago, voy, vengo, sólo el día que un ratón que anda por ahí se enseñe a leer, veré a quien ejecuto. Mientras, sigo con mi insomnio desvelado.

lunes

Con sabor a casa...


Trenzas… aprende a no juzgar todo cuanto hacemos, es cansado para ti y para nosotros escuchar los mismos reproches una y otra vez; los años me han enseñado a ser paciente pero un día puedo estar en mi límite. Mas no te detengas por lo que puedas provocar… no. Hazlo por el simple hecho de entender que somos diferentes, que si bien ninguno elegimos vivir juntos y tener esta familia considérate afortunada al menos, tal vez con el tiempo eches de menos los detalles que ahora te molestan. Ten una manera linda de decir las cosas, nunca sabes cuando eso pueda levantar el ánimo de alguien en la casa en quien nunca has percibido tristeza.

Chiva… eres muy afortunada, tanto que no te has dado cuenta, tanto que lo desaprovechas; intenta no ser hiriente, controla tus impulsos y ese afán por demostrar que quien habla al último ha ganado la discusión. Acepta la crítica, siempre será con el afán de que seas mejor, recuerda que la decisión de aplicarla o no te pertenece, así que no hay porqué exaltarse… piensa… siempre antes de hablar.

La mamá… podría volver a nacer, con el conocimiento que ahora tengo de ti y aún así no entenderte, antes lo intentaba ahora ya no, es desgastante, es… incluso ahora mientras escribo desesperante; nos separan brechas enormes de pensamientos, de ideas, de modos de vida, pero no es mi estilo querer que cambies (es indecoroso dijera el maestro Sabines) sólo deseo entiendas que es mi tiempo, mi oportunidad de llegar a tu edad y encontrar en una sonrisa las anécdotas de una vida y en un suspiro… los recuerdos que me transporten.

Don... escribo intentando ubicarte en este mar de pensamientos... sigo intentando y es mucho cuanto tengo que expresarte pero poco cuanto sale y entenderías, contigo me separan años luz, y aunque no lo creas es triste, mas vivo resignado al hecho de que jamás nos entenderemos, aquí no caben psicoanalistas, terapias o consejos, somos el día y la noche, jamás nos mezclaremos. Sólo cuentas conmigo, sin más adornos que eso.

Ratón… ehhh aún no sabe leer. Que te diré enano, eres quien le da sentido a mi existencia, el que amé sin conocer, el que me motiva.

Mamá del ratón… gracias por el ratón. No importan 20 millas.

P.D. Relación entre el post y la katana? Ninguna, a simple vista, pero... aún no la tengo y la sigo queriendo. Prometo no amenazar a mis enemigos con ella.