martes

D£XT£R

Ya me aburrí de su falta de imaginación, cualquiera con un cerebro podría deducir que soy yo quien los ha estado jodiendo con sms a sus correos....
Así que ya dejen de lloriquear que nadie los quiere matar, digo, son desesperantes pero pa´ llegar a ese grado le falta una gota al vaso.

miércoles

Gli azzurri!


El equipo de mis amores de toda la vida... del Piero, un grande.


"No jugamos bonito pero ganamos" (Chucho Ramírez del partido México vs. Belice) Tanta mediocridad da asco. Traigan a Eriksson a ve que madres hace con ese cuadro de 11 niñas.

lunes

Sin nada que hacer

Y pa´ quitar algunas telarañas he decidido dejar de pagar mis cuentas… si. Después de un exhaustivo análisis de los pros y contras, y de pensarlo concienzudamente durante 5 minutos, me dije: a chingar a su madre los banqueros…

Dejaré de ser un simple matón para convertirme en un elegante “delincuente de cuello blanco”.
Creo que después del FOBAPROA, los video-escándalos con sus ligas, Gil Díaz y sus movidas en Hacienda, el Gober precioso, el sueldo de los políticos, PEMEX y sus reformas, el aumento de precios, los gastos de Martha, los hermanos del diputado, el Felipín y su “cero tolerancia” y los bloqueos de transportistas, yo también quiero hacer como que nada pasa, así que ni me busquen que ya no estoy, no llamen que ya cambié de número y no me cobren… qué, les debo?


*Haz patria y roba a un político...

miércoles

Para la mamá

Un día como hoy, pero de mil novecientos y no me acuerdo, llegó al mundo la mamá del pato. Era la niña más famosa del pueblo, temeraria; le importaba una madre y hasta dos arrojarse a las aguas enfurecidas de un río con tal de ser la primera en cruzarlo (lástima que no la saqué en eso, el pato no sabe nadar) trepaba los árboles más altos, se peleaba con quien fuera por defender a sus amigos, una protectora de los débiles pues.
Esa niña creció hasta convertirse en mi amá. Mujer alegre, de incontables anécdotas, llorona, cariñosa…
Una de tantas sucedió un verano del 79; cuando el agua llegaba al pueblo un día no y al otro tampoco, nos alistábamos para ir al río, no le quedó más remedio que llevarme, y los 20 minutos que duró el trayecto sólo repetía una cosa: no te metas en lo hondo, recuerda que si el agua pasa de tu cintura es peligroso… obviamente aquello no sirvió de nada, en cuanto la notaba distraída me adentraba más y más hasta que la mamá sólo vio un mono arrastrado por la corriente.
Sobra decir que pegó la carrera de su vida para sacarme de ahí, que me pegó por desobediente para después abrazarme por asustarla, esa es mi amá...