lunes

Perdí lo que buscaba

Camino bajo la lluvia mientras todos apresuran el paso al techo más próximo,
todo sirve, hasta ese toldo viejo en el que se guarecen como gatos del agua.
Me ven pasar, sonríen y murmuran quedito –está loco –
¿Y entonces de niño qué fui? Cuando acostado en la plazoleta disfrutaba las gotas estrellándose en mi cuerpo.
Quién hace caso, las gentes murmuran porque así fueron educadas, porque jamás leyeron un buen libro que les ayudara a entretener la imaginación.
Mi madre decía –no señales, ofende –
Y me volví temeroso de eso, como de los truenos, y abandoné la brújula en la punta de mis dedos.

jueves

¡Celos?

Si los demuestras, eres tan posesivo que no la dejas respirar, la agobias con la preguntadera típica de: Dónde andas? Con quién? O le saturas la bandeja de sms con frases como… ai mis yu! ^-^ … te kiero comer… a besos! … todo para contarle el tiempo de respuesta y así deducir si está o no “ocupada”.

Si no los demuestras, eres un tipo tan arrogante que sientes tenerla segura y no te preocupas por demostrarle ni tantito que estás celoso, ni siquiera de ese tipo al que acabas de comerte con los ojos, o aquel que conociste el verano pasado y con el que te tomaste tantas fotos que triste el álbum de Carlos y Diana el día de su boda.
Y claro, la conclusión de ellas para esto es… no me ama!

Y por otro lado, quien intenta encontrar el “equilibrio” entre hacer que la necesidad por saber de ti no parezca acoso, y el que te diviertas no me haga quedar como pendejo.

*Dije intentar ...

martes

Divagando...

Aposté a una amistad, tu amistad.
Y te quiero tanto que,
un paso más te amo y con dos me vuelves loco.

No lo diré así, ¡No! Sería como un suicidio consciente,
y por lo menos querría un anestésico de bar,
de esos en presentación doble; y quizás después de cinco,
el valor que esperaba encontrar en el fondo
se escabulla como el humo de un cigarro entre mis dedos.

Así que, seguiré levantando los trocitos que me das
para formar una historia… Total, no hay necesidad por despertar.